La Reserva de la Biosfera de Río
Plátano cubre un área que supera las 800,000 hectáreas y está ubicada en la
región llamada La Mosquitia. Junto con otras áreas protegidas adyacentes como
la Reserva de la Biosfera Tawahka- Asangni, Parque Nacional Sierra de Agalta,
el Parque Nacional Patuca, la reserva biológica Rus Rus y el parque nacional
Bosawas, este último en Nicaragua, forman el área silvestre más grande en
Centroamérica.
Esa región tiene una población
humana muy pequeña, con un estimado 3-5 personas/km², entre los pueblos
autóctonos misquitos, garífunas, pech, tawahkas y los ladinos llegados de otras
parte del país. Debido a las alteraciones antropogénicas limitadas, el área
ofrece oportunidades valiosas para científicos y conservacionistas.Varias cuencas de La Mosquitia incluyendo Río Patuca, Río Plátano y Río Sikre quedan virtualmente desconocidos a los biólogos y es asumido que son prístinas. Las laderas y áreas tropicales bajas adyacentes, han sido reconocidas por mucho tiempo, como centros de endemismo y como laboratorios naturales permitiendo la investigación de asuntos ecológicos y biogeográficos. Investigación previa en La Mosquitia ha sido limitada en extensión debido al acceso del área y el gasto alto para llegar a ciertos lugares remotos.
Varias cuencas de La Mosquitia incluyendo Río Patuca, Río Plátano y Río Sikre quedan virtualmente desconocidos a los biólogos y es asumido que son prístinas. Las laderas y áreas tropicales bajas adyacentes, han sido reconocidas por mucho tiempo, como centros de endemismo y como laboratorios naturales permitiendo la investigación de asuntos ecológicos y biogeográficos. Investigación previa en La Mosquitia ha sido limitada en extensión debido al acceso del área y el gasto alto para llegar a ciertos lugares remotos.
La Mosquitia hondureña es el área
más rica en biodiversidad que queda en el norte de Centroamérica debido a su
aislamiento geográfico y ecosistemas extensivos. Sus bosques bajos extensos,
unidos a los picos aislados y cordilleras de piedra caliza, savannas extensas
de pino/grama, e inmensas lagunas costeras, son ecosistemas únicos en
Centroamérica. Sirven de refugio para la mega-fauna de la región como las
Águilas Harpía y Crestudo, poblaciones grandes de Guaras Rojas y Verdes y un
número infinito de flora y fauna. Aunque algunos campos biológicos han tenido
más atención que otros (mega-fauna, aves, reptiles/ anfibios) aún hay mucho que
aprender y descubrir. El hecho que algunas especies de aves y mariposas, por
ejemplo, se descubren en esta reserva y tenían su rango de distribución desde
Costa Rica hacia el sur, demuestra que a nuestro conocimiento en general sobre
distribuciones le falta. Todavía hay áreas adentro de esta biosfera donde
ningún científico se ha aventurado. La parte sur, que contiene bosques de pino,
no ha sido estudiados bien ni la mayoría de las montañas en el sur que
comprenden la cuenca de Río Plátano. Esas áreas remotas y casi inaccesibles sin
duda contienen una variedad de flora y fauna que sería nuevo para la ciencia.
El bosque poco alterado en esta reserva permite que muchas especies de fauna
encuentren refugio, alimento y lugares de reproducción, dadas las condiciones
ecológicas que presenta, especialmente su alta humedad, lo cual deriva en una
diversidad de ecosistemas y hábitats que permiten la presencia y desarrollo de
una rica diversidad de flora y fauna, mucha de ella aún desconocida. Eso la
convierte en zona clave para la conservación de la biota hondureña, como parte
importante dentro del ámbito geográfico de la iniciativa regional del Corredor
Biológico Mesoamericano (CBM).
se cuenta con los suficientes datos para determinar el estado de conservación de muchas de las especies de fauna, por lo que se hace necesario un mayor esfuerzo investigativo en sitios representativos de los ecosistemas predominantes en la reserva. Dichos esfuerzos pueden ser evaluados sobre la base de las áreas de los diferentes tipos de bosque dentro de la reserva, clasificando los tipos de comunidades de fauna, y los usos de la tierra (incluyendo la identificación y mapificación de tipos de bosque), que suministre una base efectiva para la evaluación de los recursos y la planificación y ejecución de su manejo. En este aspecto, la realización de expediciones científicas, son un buen primer paso para identificar sitios prioritarios de conservación y/o monitoreo,considerando las diferentes taxas (aves, mamíferos, reptiles, anfibios, insectos y plantas), para conseguir un buen indicador del estado de los sitios y poder a corto plazo monitorear a través del tiempo, y evaluar posibles cambios en las poblaciones de fauna, principalmente aquellas que se encuentran amenazadas de extinción, producto de la alteración de los ecosistemas por causas naturales o por la acción humana.
La reserva de Biosfera del Río
Plátano se caracteriza por presentar aún una alta diversidad de mamíferos
silvestres.
Sin embargo, amenazas que aún
persisten como el avance de la frontera agrícola para instalar haciendas
ganaderas, la cacería ilegal furtiva , las actividades de fuego- incendios
forestales y la presencia del crimen organizado son las principales amenazas
para la diversidad biológica del área de estudio; principalmente cuando dichos
eventos se dan dentro de las áreas de mayor conservación o en las áreas
adyacentes a los cuerpos de agua. Estas amenazas, deben de evitarse ya que
podrían causar alteraciones drásticas en la abundancia y composición de la
comunidad de algunos grupos importantes de animales -como murciélagos y carnívoros- y tener
efectos profundos en la regulación biológica, o la dispersión de semillas y
así, incidir en la diversidad de especies vegetales y la regeneración de muchas
de ellas.
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